Día Mundial del Parkinson: la importancia de informarse

El 11 de abril es una fecha para concienciar sobre la enfermedad de Parkinson. Este trastorno degenerativo cada vez afecta a más personas mayores y disminuye su calidad de vida.
Día Mundial del Parkinson: la importancia de informarse
Gloria Redondo

Escrito y verificado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo.

Última actualización: 11 abril, 2024

El párkinson es uno de los trastornos neurodegenerativos más prevalente en personas mayores. Cada 11 de abril se promueve la conciencia ante esta afección, pues se celebra el Día Mundial del Parkinson, en honor al nacimiento del médico que descubrió y nombró la enfermedad.

Y es que se estima que esta condición, en todo el mundo, afecta al 1 % de los mayores de 60 años. No obstante, se observa un incremento de casos en las últimas décadas, razón por la cual se considera un problema de salud pública.

Quizás lo más conocido de tal afección son las alteraciones del movimiento, pero eso es solo la punta del iceberg. Tener una visión completa es fundamental para detectarla a tiempo y no retrasar el tratamiento. Sigue leyendo, porque te explicamos más sobre ella.

Qué es el párkinson

La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta al cerebro, médula y las partes del cuerpo controladas por los nervios. Por tanto, atañe tanto al sistema nervioso central como al periférico.

Se produce por la pérdida de neuronas en un área concreta del encéfalo: la sustancia negra. Esta parte se encarga del movimiento voluntario o intencional y de la coordinación.

En la actualidad, no existe una prueba específica para diagnosticar el padecimiento. El neurólogo, apoyándose de una entrevista y pruebas complementarias, es el profesional que detecta y trata el avance de la enfermedad. Las lesiones cerebrales solo se pueden observar post mortem al realizar la autopsia.



Síntomas de la enfermedad

Mucha gente asocia este mal con los temblores esenciales que, en su tiempo, descubrió James Parkinson. Sin embargo, no es una alerta que afecte a las personas en la misma medida. Es un trastorno complicado, ya que no existe un único patrón de síntomas para todos. Además, las manifestaciones cambian con el deterioro progresivo.

El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos (NIA, por sus siglas en inglés) señala una sintomatología principal que se basa en lo siguiente:

  • Lentitud de movimiento, como por ejemplo al caminar o al escribir.
  • Temblor esencial, o en reposo, de manos, brazos, piernas, mandíbula o cabeza.
  • Deterioro de la marcha, el equilibrio y la coordinación, provocando caídas con frecuencia.
  • Rigidez muscular o espasticidad muscular, cuando el músculo permanece contraído durante mucho tiempo.

Otras señales habituales

  • Problemas de la piel
  • Ánimo bajo y cambios de humor bruscos
  • Incontinencia de esfínteres o estreñimiento
  • Dificultad para articular palabras o en la deglución
  • Expresión facial reducida, lo que se conoce como cara de máscara o póker

Cuáles son las causas del mal de Parkinson

En el párkinson podemos distinguir dos tipos de causas: las proximales y las distales. Las primeras se refieren a lo que sucede en el cerebro de una persona con la enfermedad; mientras que las otras son todo lo que ocurre u ocurrió a lo largo de su vida y que contribuye al desarrollo.

La causa proximal más clara es la pérdida de neuronas en la sustancia negra, área que pertenece a los ganglios basales. Dichas neuronas funcionan con dopamina como neurotransmisor. Cuando las mismas se degeneran, disminuye la producción de dopamina y el número de conexiones entre ellas. En consecuencia, los ganglios basales no pueden controlar los movimientos como lo hacían previamente.

Por otro lado, entre las causas más distales se engloban tanto la herencia genética como los hábitos y estilo de vida. También los posibles traumatismos craneoencefálicos que la persona haya sufrido en algún momento.

En este sentido, la Clínica Mayo apunta que existen ciertas mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de padecer párkinson. Además, la misma organización afirma que la exposición a toxinas en el ambiente incrementarían la posibilidad, aunque esta es pequeña.

Estadios probables de evolución

La evolución de este trastorno es lenta, y de forma progresiva los pacientes se deterioran. Sin tratamiento, con el paso de los años necesitarán más apoyos y se convertirán en personas dependientes.

Lo habitual es que el padecimiento comience en un lado o extremidad del cuerpo, para poco a poco avanzar a la otra mitad y acabar gobernando ambos lados. Ya durante los últimos estadios del párkinson, las personas permanecen encamadas con grandes dificultades para comunicarse o realizar las tareas de autocuidado.

En una parte importante de los individuos, además de las alteraciones del movimiento, se produce un deterioro cognitivo y desarrollo de demencia asociada a la enfermedad. La esperanza de vida es parecida a la de la población general, aunque la calidad se menoscaba significativamente.

Los neurólogos Hoehn y Yahr presentan una clasificación en función de los problemas que presentarán estos pacientes a lo largo de la evolución:

  • Estadio I: afectación unilateral
  • Estadio II: afectación bilateral con equilibrio normal
  • Estadio III: afectación bilateral con alteración del equilibrio
  • Estadio IV: aumento de la dependencia
  • Estadio V: afectación severa, requiere silla de ruedas o reposo en cama

Prevención y manejo de la enfermedad de Parkinson

El hecho de esta sea una enfermedad degenerativa y sin cura no significa que no se pueda hacer nada al respecto. Es cierto que no es posible revertirla, pero sí lograr que su avance sea más lento o retrasar su aparición.

Lo más importante en la prevención son los hábitos saludables. Esto incluye las recomendaciones sobre dieta, ejercicio físico y descanso que se aplican a todas las personas con o sin el trastorno.

En especial, cabe mencionar el papel preventivo de la actividad física ante las enfermedades cerebrales. Se ha estudiado la influencia que tiene el ejercicio sobre los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BNDF). Esta es una proteína implicada en la reserva cognitiva, que protege las neuronas del envejecimiento y el daño por el estilo de vida.

Por otra parte, una vez se diagnostica, el tratamiento para paliar el avance es mediante fármacos. El más conocido es la levodopa, el cual aumenta los niveles de dopamina en el cerebro y reduce las alteraciones en la motricidad.

Otro fármaco es la rivastagmina, empleado para tratar los síntomas cognitivos de la demencia. Este aumenta la acetilcolina, un neurotransmisor implicado en la función cognitiva. Por tanto, dicho medicamento mejora las funciones o habilidades cognitivas, como la memoria o la atención.



Si tienes alguna sospecha, no dudes en pedir ayuda

A pesar de que la enfermedad de Parkinson sea neurodegenerativa, no significa que solo nos quede resignarnos y no hacer nada al respecto. A lo largo de todo el proceso, hay opciones de tratamiento para mejorar la calidad de vida. Hasta es posible prevenir su aparición mediante un estilo de vida saludable.

Cuanto antes se detecte el trastorno, mejor será el pronóstico. Por tanto, ante cualquier señal de alarma o cambio no dudes en contactar con un profesional de la salud.


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